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Objetivo 15: Vida de ecosistemas terrestres

Proteger, restaurar y promover el uso sostenible de los hábitats terrestres

Una mujer sentada se ríe delante de una casa con cubierto de paja. Collage img Collage shape Collage shape Collage shape
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Entre

2015 y 2019

Por lo menos 100M

de hectáreas de tierras sanas y productivas se degradaron anualmente con el consiguiente efecto en la seguridad alimentaria e hídrica a nivel mundial.

Un hombre indígena viste ropa tradicional y sostiene una fruta. Collage shape Collage shape

El planeta está lidiando actualmente con la triple crisis del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación. Las alarmantes tendencias de pérdida de bosques, degradación del suelo y extinción de especies suponen graves amenazas tanto para el medio ambiente como para la humanidad.

Los ecosistemas terrestres y su biodiversidad proporcionan recursos esenciales (alimentos, agua, medicinas y protección), al tiempo de ofrecer servicios vitales como purificación del aire y el agua.

Sin embargo, las actividades humanas han repercutido de manera apreciable en la salud de nuestros ecosistemas terrestres.

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40m

especies corren peligro de extinción en las próximas décadas.

10M

de hectáreas de bosque (una superficie del tamaño de Islandia) se destruyen cada año.

>1/2

de las zonas críticas para la biodiversidad no están protegidas.

El ODS 15 se centra en la conservación de la vida en la tierra mediante acciones que incluyen la protección y restauración de los ecosistemas, la gestión sostenible de los bosques, la lucha contra la desertificación y la detención de la pérdida de biodiversidad.

Dos muchachas se ríen y llevan uniforme. Collage image Collage shape Collage shape
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Alcanzar el ODS 15 requiere un cambio profundo en nuestra relación con la naturaleza, reconociendo la apremiante necesidad de una acción transformadora.

De la cacofonía a la armonía

El mundo se encuentra ante una emergencia planetaria de pérdida de naturaleza y cambio climático. Esta situación se ve agravada por los efectos de la desigualdad, los conflictos, la inseguridad y las crisis sanitarias.

No obstante, cuando hay tantas otras cosas de qué preocuparse, ¿por qué dar prioridad a la naturaleza y la biodiversidad? En momentos en los que llevar comida a la mesa se ha tornado más difícil, la economía tambalea y los precios de la energía están por las nubes, ¿por qué preocuparse por el medio ambiente?

El hecho es que todas estas crisis están interconectadas. Y la naturaleza es un elemento decisivo para llegar a una solución.

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