¿Acaso te mentiría?
Cómo la desinformación distorsiona la realidad
Falsificaciones elaboradas, teorías conspirativas, instigaciones para dar al “clic” y suplantación de identidad. Ya no podemos creer lo que ven nuestros propios ojos y la inteligencia artificial no solo está generando contenidos falsos, sino que los está propagando vertiginosamente.
Las redes sociales nos inundan con mensajes, sonidos e imágenes que pueden ser ciertos o no, alimentando nuestros prejuicios y literalmente poniendo palabras en boca de los líderes políticos.
La desinformación, o la contaminación informativa, no es algo nuevo. Los seres humanos se mienten los unos a los otros desde hace mucho tiempo. ¿Por qué, si no, habría Mark Twain dicho la siguiente famosa frase?
Las mentiras siempre se han propagado de manera rápida, en parte porque siempre hemos tendido a creer lo que queremos creer. Esto no significa que seamos crédulos; significa que somos humanos.
Sin embargo, esta tendencia tan humana está recibiendo ahora una poderosa ayuda de la tecnología, que nos ha lanzado hacia lo desconocido. Impulsada por algoritmos, la información falsa, manipulada y engañosa trastoca normas y valores políticos y sociales, amenaza los derechos humanos y pone vidas en peligro. Socava el contrato social, erosiona la confianza en los procesos e instituciones democráticos y es un catalizador de conflictos y divisiones.
Resulta irónico que las vastas redes en línea que hemos creado para vincularnos con las demás personas y saber más sobre el mundo contribuyan en gran medida a que sea más difícil ponerse de acuerdo sobre cuál es la verdad de ese mundo.
¿Cómo navegamos por la vida, especialmente en línea, sin causarnos daño ni transmitir desinformación perjudicial? ¿Cómo protegemos a nuestros hijos pequeños o a nuestros progenitores ancianos de la contaminación informativa?
En términos más generales, ¿cómo protegemos a nuestras sociedades, nuestras instituciones y nuestro propio futuro?
A TU
ENEMIGO
En este mundo hiperconectado, la línea entre desinformación e información errónea se está volviendo cada vez más difusa. La información errónea es información falsa que se comparte sin intención maliciosa y, a menudo, de manera inconsciente. Pero eso no quiere decir que no pueda causar daño.
La desinformación es deliberada. Tiene por objeto sembrar el miedo y la desconfianza y, especialmente en el caso de elecciones, ejercer influencia sobre el comportamiento o alentar la desesperanza y la pasividad.
Nos toma por sorpresa. Las más recientes “falsificaciones elaboradas” utilizan sofisticadas herramientas de inteligencia artificial para crear videos, audios e imágenes convincentes de cualquier persona, incluidos personajes famosos. Esto se conoce como “medios sintéticos” y conlleva un potencial enormemente dañino para difundir mentiras y distorsionar nuestro sentido de la realidad. Detectarlas puede ser muy difícil, si no imposible.
Hay pistas a las que se debe prestar atención. Debemos desconfiar de la información que parece demasiado buena (o mala) para ser cierta, que provoca fuertes reacciones emocionales, como miedo o indignación, o que se difunde rápidamente sin haber sido verificada por fuentes fiables.
COMPRENDER
LO QUE
HAY EN JUEGO
Es especialmente importante sensibilizar sobre los posibles daños cuando cientos de millones de personas vayan a votar en 2024. Hay mucho en juego. La desinformación puede inducir a error a los votantes, promover teorías conspirativas, socavar la confianza en los datos de las encuestas y en la supervisión de las elecciones y minar la confianza en las instituciones y en la idea misma de democracia. Algunos expertos la describen como una amenaza muy creíble para el futuro de la propia democracia.
No. Siempre se ha ganado mucho dinero enturbiando el discurso público, incluso en relación con las políticas públicas y la crisis climática. A pesar de que las pruebas son cada vez más contundentes e imposibles de ignorar, la información científica veraz sigue siendo atacada desde todos los frentes (lo que la ONU denomina dilación, desviación, división o catastrofismo). Estos esfuerzos están bien financiados y son implacables. Las Naciones Unidas han lanzado varias iniciativas en respuesta, como Verified for Climate, y los Principios universales para la Integridad de la información, publicados recientemente.
MELISSA
FLEMING
Secretaria General Adjunta
de Comunicación Global de las Naciones Unidas
Desplegaremos las mejores prácticas de recontextualización, inoculación, verificación de información y desacreditación, y alcanzaremos a las personas vulnerables al catastrofismo mediante historias basadas en soluciones y mensajes de acción.
”
La desinformación también está socavando la paz y la seguridad. Cerca del 75 % del personal de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas afirma que la desinformación ha dificultado su trabajo y ha hecho su vida más peligrosa.
DÓNDE
PEDIR AYUDA
En el PNUD somos líderes en la defensa de la integridad de la información en las elecciones. Proporcionamos orientación estratégica a nuestros socios cuando tratan de comprender la contaminación de la información en la gobernanza, los derechos humanos y la cohesión social. Colaboramos con los medios de comunicación, así como en la vigilancia y el análisis de los contenidos en línea. Fomentamos la resiliencia pública mediante la verificación de la información y la promoción de la alfabetización digital. Luchamos contra el discurso de odio dirigido contra las mujeres, en particular las que ocupan cargos públicos, y nos esforzamos por garantizar un amplio acuerdo y compromiso político sobre esta cuestión crítica. Nuestra labor también contribuye a combatir el discurso de odio tanto en Internet como en medios no electrónicos, ya que estos fenómenos suelen estar estrechamente relacionados.
Como parte de nuestra adhesión a un ámbito público abierto e inclusivo como piedra angular de la gobernanza democrática, en el PNUD contamos con varios equipos que trabajan en la esfera de la integridad de la información, incluido el Centro Global de Políticas para la Gobernanza.
Construyendo resiliencia global
Explora las iniciativas de integridad de la información del PNUD en todo el mundo. Al hacer clic en diferentes países o regiones, puedes profundizar en iniciativas específicas y descubrir sus enfoques.
MUNDO INFORMADO
La confianza en las instituciones, los dirigentes políticos, los amigos y los vecinos es el fundamento de sociedades civiles, bien gobernadas y que funcionan. La desinformación está erosionando esa base. Para combatirla, necesitamos nuestra fuerza colectiva si queremos enfrentar con éxito los inmensos desafíos globales que nos esperan. En el PNUD estamos comprometidos a mejorar la transparencia, la confianza y la rendición de cuentas promoviendo el acceso a información fiable. Esto es esencial para un debate público y una adopción de decisiones fundamentados, y para garantizar que las personas estén mejor informadas y participen más en sus sociedades.
Comparte
esta historia
Únete a la conversación en línea