El futuro.
¿Hacia dónde vamos?
Construir un legado de oportunidades

¿Cómo podría ser?

¿Cómo puede ser?

¿Cómo podemos imaginar algo diferente?

¿Algo más audaz?

¿Algo más justo para todo ser viviente, no solo para unos pocos privilegiados?

La esperanza es importante.

La esperanza es algo más que un sentimiento agradable. Es optimismo con pragmatismo. Pregunta cómo podemos aprovechar al máximo las oportunidades y encontrar un camino para salir de la desesperación, incluso en las circunstancias más difíciles. Alimenta el propósito. Nuestra perspectiva sustenta nuestras decisiones. Y, como cualquier otra habilidad, la esperanza puede enseñarse.

Las señales de conflicto, desconfianza, desigualdad económica y crisis climática están por doquier. No menos de 2.000 millones de los 8.000 millones de habitantes del planeta viven en un entorno de conflicto. Para ellos, planificar la próxima semana, por no hablar del futuro más lejano, es un lujo inimaginable.

No tenemos una bola de cristal, pero…

…estamos formulando las preguntas importantes. La Cumbre del Futuro ha fomentado un diálogo sobre la forma en que podemos crear un presente mejor, al tiempo que mantenemos abiertas las opciones para las futuras generaciones. En el PNUD hemos iniciado el debate con nuestro último informe, Señales de Cambio 2024, que indica los ámbitos en que nuestro legado a las generaciones futuras está en duda.

Justicia para todas las especies y todas las generaciones
La equidad intergeneracional debe ir más allá del clima e incluir nuevos retos, como la sobrecarga de los regímenes de pensiones en sociedades que envejecen, la naturaleza cambiante del trabajo y hasta la distribución equitativa de recursos no materiales, como los conocimientos y las experiencias gratificantes.

Los gobiernos están incorporando perspectivas de más largo plazo en la formulación de políticas, algo que los pueblos indígenas de América del Norte, con su “ adopción de decisiones de séptima generación”, vienen practicando desde hace siglos.

Pero la cuestión de la justicia ya no se limita a los seres humanos.

Reconocer los derechos de la naturaleza es clave para un futuro viable. El Ecuador, el Brasil y Bolivia, e Irlanda están cambiando para reflejar estos derechos.

Los cachalotes hablan entre sí. ¿Quién habla en favor de ellos? ¿Y si los robots cobraran conciencia?

La nueva entidad del PNUD Blue Marble fomenta un nuevo contrato social para los seres humanos y la inteligencia de todas las formas de vida, lo que incluye patrones climáticos y aspectos geológicos.

Mirar hacia atrás y hacia adelante
Justicia supone mirar tanto hacia atrás como hacia adelante, expiar y reparar injusticias, como un tribunal internacional que se ocupe de la esclavitud transatlántica. La Unión Africana ha anunciado que su lema para 2025 será “ Justicia para los africanos y las personas de ascendencia africana mediante la reparación”, lo que incluye que la Unión Africana sea miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

El intercambio de ingresos básicos por el trabajo de conservación podría “pagar el futuro”. Esto ya está funcionando en lugares como Indonesia y la Amazonía.

Los participantes de la Cumbre del Futuro han adoptado el Pacto para el Futuro, que incluye un Pacto Digital Global y una Declaración sobre las Generaciones Futuras, como oportunidades significativas al respecto.

Esperanza en un progreso tecnológico responsable
Biotecnología, inteligencia artificial, neurociencia y exploración espacial: el progreso tecnológico deslumbra y asusta. Promete grandes avances en atención de la salud, medicamentos, comunicación y energía renovable.

Los gobiernos están intensificando las inversiones en la producción de chips de silicio y en el desarrollo de su propia inteligencia artificial “soberana”, que se considera un activo nacional estratégico. ¿Qué se puede hacer para evitar una carrera armamentista respecto de la inteligencia artificial?

La India ahora exige la aprobación gubernamental de nuevas herramientas que usen la inteligencia artificial. El regulador chino del ciberespacio ha prometido colaborar con África en materia de gobernanza. Entre las iniciativas regionales para una gobernanza ética de la inteligencia artificial se encuentran la Declaración de Santiago “Para promover una inteligencia artificial ética en América Latina y el Caribe”, y la estrategia continental de inteligencia artificial para África de la Unión Africana. Sin embargo, solo 69 países tienen políticas o estrategias que regulan la inteligencia artificial.

Una resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas de 2024 da prioridad a la inteligencia artificial como bien mundial.

Más que humanos
Los implantes cerebrales, los “bebés de diseño” y otros avances biotecnológicos están cambiando lo que significa ser humano. ¿Quién podrá permitirse las terapias celulares, genéticas y de ARN más novedosas? ¿Qué significará esto para la igualdad de las generaciones futuras?

Convertirnos en “más que humanos” plantea cuestiones éticas y jurídicas. La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ha adoptado la primera estrategia internacional sobre el uso de tecnologías de mejoramiento biológico y humano. La privacidad es un tema crucial. Los órganos legislativos de Chile, México, el Brasil y los Estados Unidos empiezan a reconocer los “derechos neuronales” y la privacidad de los “neurodatos”.

El espacio, la frontera abarrotada
El número de satélites ha aumentado un 30 % por año desde 2020. La congestión espacial significa contaminación. Y desorden. La contaminación lumínica no regulada de los satélites está dificultando a los astrónomos la observación del cielo nocturno.

A medida que la economía espacial se vuelve más crítica para la vida en la Tierra, también lo es su gobernanza. Los nuevos bloques espaciales pueden hacer que las rivalidades en la Tierra se trasladen al espacio. ¿Se convertirá este en una nueva zona de conflicto? Estos riesgos pueden reducirse si los bloques espaciales permanecen abiertos para todas las personas.

Comerse el futuro
La realidad de los sistemas alimentarios modernos es difícil de digerir. La forma en que comemos causa más daño que valor. La producción de alimentos provoca más de un tercio de los gases de efecto invernadero mundiales y podría dejar a casi 600 millones de personas crónicamente subalimentadas de aquí a 2030.

El sistema alimentario mundial es también un ámbito de extraordinaria innovación, desde la reforestación, la mitigación del metano del ganado y la agricultura regenerativa, hasta las etiquetas biodegradables de conservación que prolongan la vida útil de los alimentos.

Es probable que la seguridad alimentaria siga siendo uno de los retos críticos del mundo. La inteligencia colectiva podría ayudar a encontrar soluciones.

Mentiras verdaderas
La desinformación, las falsificaciones elaboradas (deepfakes) y las teorías conspirativas son cada vez más difíciles de detectar y combatir a medida que el uso de la inteligencia artificial se vuelve más fácil. Esto, junto con la disminución de la confianza en los líderes políticos, hace que sea cada vez más difícil distinguir entre realidad y ficción.

Más del 60 % de las personas encuestadas en 28 países creen que los principales líderes políticos, empresariales y periodísticos tienen la intención de engañar.

Los deepfakes pueden dividirnos aún más en relación con cuestiones como el cambio climático o la desigualdad. Los algoritmos crean “burbujas de filtros” que confirman nuestras creencias. La manipulación en línea puede explicar en parte la creciente brecha en las opiniones políticas entre mujeres y hombres jóvenes.

¿Cuándo comienza mi vida?
Muchas personas jóvenes quedan atrapadas en la espera, un prolongado periodo entre la infancia y la edad adulta en el que los hitos tradicionales se retrasan debido a la escasez de empleo y a que las generaciones mayores trabajan más tiempo. Los adultos jóvenes se casan y tienen hijos más tarde. La inteligencia artificial está empezando a transformar los empleos y sustituirá a algunos por completo.

A medida que la inteligencia artificial y la tecnología perturban los empleos tradicionales -y crean otros nuevos en sectores como el creativo y el digital-, la educación tiene que adaptarse, enseñando competencias para los empleos del futuro. Las políticas para mejorar los conocimientos básicos de inteligencia artificial ayudarían a reducir la creciente brecha entre los que tienen y los que no tienen acceso a esta, junto con las ventajas de la productividad impulsadas por la inteligencia artificial y sus beneficios económicos.

Juntos en soledad
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha puesto en marcha una comisión internacional sobre la soledad, y la ha declarado un problema de salud pública tan perjudicial como fumar 15 cigarrillos por día.

Los “consumidores solitarios” del mundo rico gastan más quedándose en su casa, gastando en hospedaje o entretenimiento fuera del hogar 600.000 millones de dólares de los Estados Unidos menos de lo esperado.

La soledad supone una amenaza para las sociedades. Un estudio realizado en Alemania reveló una correlación con actitudes antidemocráticas, populismo y creencia en teorías conspirativas.

“Una oportunidad única en una generación”

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible se forjaron con esperanza y, sin embargo, a seis años del plazo establecido, tan solo el 17 % está en vías de cumplirse. La Cumbre del Futuro es una oportunidad para realinearnos y reafirmar nuestro compromiso con nosotros mismos y con todos los seres que nos sucederán.

“A pesar de que vivimos en una época con un inmenso potencial, en lugar de colaborar, competimos. Tenemos que cooperar hacia un futuro del desarrollo que preserve nuestro planeta para las generaciones venideras, de modo que hereden opciones, no últimos recursos, y que reciban un legado de oportunidades, no de deudas”.– Achim Steiner, Administrador del PNUD

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