Una niña no puede asistir a la escuela por su género, etnia o estrato social. 

Un hombre lee un artículo que contiene información falsa sobre un grupo minoritario y observa cómo las narrativas de odio se refuerzan en sus redes sociales.

Una mujer pierde a un ser querido en un conflicto y siente que no puede hacerse justicia a través del sistema.  

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Estos escenarios tienen lugar de manera regular en todo el mundo, alterando el destino no solo de las personas involucradas, sino también de sus comunidades, países y, a veces, incluso va más allá. Las personas recorren distintas sendas hacia el extremismo violento, y muchas veces el viaje pasa por uno o más momentos como los anteriormente citados.

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) trabaja para prevenir el extremismo violento (PVE por sus siglas en inglés). Se centra en abordar las demandas que pueden llevar a las personas a la radicalización y a interrumpir ese viaje antes de llegar a su destino final. Además, brinda apoyo a aquellas personas que desean dejar esos grupos. Lo hace trabajando con gobiernos, líderes comunitarios y agentes de cambio local, incluidos actores religiosos y organizaciones juveniles, que son los principales custodios de las soluciones nacionales al extremismo violento.

Interrumpir el viaje hacia el extremismo

Las respuestas en materia de desarrollo son cruciales para prevenir la radicalización

Febrero 2023

Un fenómeno global

 

El Informe sobre Desarrollo Humano (IDH) de 2022 señaló que la creciente inseguridad y la polarización están impidiendo la solidaridad y la acción colectiva necesarias para hacer frente a los desafíos más apremiantes del mundo. Incluso antes de la pandemia de COVID-19, más de seis de cada siete personas en todo el mundo se sentían inseguras, según el Informe Especial sobre Seguridad Humana.

A pesar de las mejoras alcanzadas globalmente en el ámbito económico, la alfabetización, la tecnología y las oportunidades comerciales, las sociedades parecen volverse más discordantes, políticamente divididas e intolerantes, con los contratos sociales rotos y bajos niveles de confianza. Además, los hallazgos del IDH muestran que aquellas personas que se sienten más inseguras también tienen más probabilidades de tener opiniones políticas extremas.

Las revueltas de enero de 2023 contra el gobierno del Brasil y el ataque similar dos años antes contra el capitolio de los Estados Unidos muestran cómo esta polarización puede crear condiciones para el extremismo político y la radicalización, socavando la democracia y amenazando la seguridad individual y nacional.

El extremismo violento no sabe de fronteras. Todos los países se ven afectados por este fenómeno, aunque se materialice de diferentes maneras. Y todas las naciones luchan para acabar con las causas fundamentales que lo promueven, incluida la pobreza, la desigualdad, la exclusión, la falta de oportunidades y las injusticias.

40

Países

En 2022, la cartera de prevención del extremismo violento del PNUD incluía iniciativas en 40 países. 

Soluciones de desarrollo

La evidencia muestra que las respuestas basadas en la seguridad producen resultados limitados para contrarrestar el extremismo violento e incluso pueden empeorar las cosas. De hecho, los jóvenes suelen ser víctimas del extremismo violento, pero también están sujetos a medidas de seguridad excesivas para contrarrestar a estos grupos. Tales respuestas pueden tener el efecto contrario, haciendo que los jóvenes se sientan aún más marginados y, por lo tanto, más susceptibles a la radicalización.

El PNUD aboga por un enfoque diferente; uno que abrace las aspiraciones de los jóvenes de una vida productiva en una sociedad saludable y desarrolle sus capacidades para hacer posible la creación de tal sociedad.

En Trinidad y Tobago, uno de los países con mayor contribución per cápita de combatientes extranjeros del Estado Islámico en el Iraq y el Levante-Provincia de Jorasán (EIIL), el proyecto “PVE-YES” se centró en empoderar a los jóvenes para tomar decisiones determinantes que contribuyan de manera positiva a la sociedad. También capacitó a funcionarios penitenciarios para orientar a jóvenes en riesgo de conversión para que lleguen a ser modelos a seguir y agentes de cambio, avanzando hacia un sistema de justicia más restaurativo que respeta los derechos humanos y fomenta todo el potencial de las personas jóvenes.

Estas intervenciones ofrecen alternativas efectivas a los jóvenes para satisfacer las necesidades y aspiraciones a las que tienden a apelar los grupos extremistas violentos: ingresos, aventuras, entretenimiento, sentido de propósito y pertenencia.

En el África Subsahariana, el PNUD está trabajando en 25 países para abordar los factores inmediatos y subyacentes que contribuyen al surgimiento de la región como un nuevo epicentro del extremismo violento. En Malí, el proyecto ayudó a instaurar la radio comunitaria como una plataforma para desafiar los estereotipos, abordar las tensiones y transmitir mensajes de cohesión social. En Somalia, el PNUD apoyó al Ministerio de Asuntos Religiosos en el establecimiento de una red de líderes practicantes para contrarrestar la desinformación y promover el Islam como religión de tolerancia y paz. La red ha facilitado la desvinculación y reintegración de 36 exmiembros de grupos extremistas violentos.

Estas agrupaciones se aprovechan de las grietas en el sector del desarrollo para reclutar nuevos miembros o encontrar simpatizantes. Ya sea por la falta de oportunidades de empleo o de medios de vida, la desigualdad o la exclusión, la maldad social brinda una oportunidad para que los radicales entren con sus narrativas corrosivas.

Aprovechando el análisis y las recomendaciones basadas en la evidencia de una amplia investigación, el PNUD trabaja de la mano de 40 países para mejorar las administraciones y la prestación de servicios, así como fortalecer la confianza entre los gobiernos y sus ciudadanos.

Construir la paz a
través de lo digital 

En 2021, en algunas regiones del mundo, cerca del 60 % de los usuarios utilizaban plataformas como Facebook y WhatsApp para informarse. Las redes sociales brindan muchos beneficios potenciales para el acceso a la información y la construcción de comunidades. Contrariamente a las suposiciones generalizadas, la investigación del PNUD en el África Subsahariana encontró que un mayor uso de Internet estaba asociado a una menor susceptibilidad al extremismo violento.

Al mismo tiempo, las redes sociales pueden proporcionar un terreno fértil para desinformar, difundir noticias falsas e incitar a la violencia deshumanizando al “otro”. Los grupos extremistas han dominado el uso de estas plataformas para aumentar la polarización y la radicalización. El PNUD invierte en soluciones digitales de consolidación de la paz que abordan de manera proactiva el extremismo violento.

Estos últimos años, Asia Sudoriental ha sido testigo de un aumento de la incitación al odio que, en ocasiones, ha resultado en violencia física y desarmonía sociorreligiosa. A través del programa Creators Forward (Adelante, creadores), dirigido por el PNUD y TikTok y cofinanciado por la Unión Europea, jóvenes influencers de Asia Sudoriental participaron en un programa de entrenamiento para aprender a crear contenido atractivo para las redes sociales con el objetivo de fomentar una cultura de respeto, amabilidad, tolerancia y equidad.

Otro esfuerzo para erradicar la contaminación de la información es la herramienta iVerify del PNUD, la cual combina tecnologías como la inteligencia artificial y la verificación de datos automática asistida por humanos para combatir la propagación de la desinformación durante las elecciones. Este instrumento se registró recientemente en la Alianza de Bienes Públicos Digitales como bien público digital (DPG por sus siglas en inglés), que está disponible para los profesionales que trabajan en la facilitación de elecciones pacíficas y justas.

Los datos en línea también pueden ayudar a dar respuestas personalizadas y contextualizadas, proporcionar información de alerta temprana y hacer que las medidas de prevención sean más efectivas. Sin embargo, también debemos entender los desafíos. Desde la moderación de contenido hasta el control y la regulación en línea de las plataformas digitales, las políticas y los programas deben priorizar los derechos humanos, cumplir con las normas de protección de datos y garantizar que el trabajo de PVE no conduzca involuntariamente a la estigmatización y la selección de personas.

La plataforma iVerify combina la tecnología de la inteligencia artificial con la verificación de datos automática asistida por humanos para determinar si las narrativas relacionadas con las elecciones son verdaderas o falsas. Una vez comprobada la veracidad, la herramienta alerta a la ciudadanía y a las instituciones de los casos de información falsa.  

Foto: PNUD India 

49

oficinas de país del PNUD

tomaron acciones para abordar los discursos de odio en 2022. 

Una escapatoria

 

El acceso a información creíble y a alternativas fiables puede ayudar a mantener a las personas alejadas del camino hacia el extremismo. Prevenirlo, no obstante, también consiste en proporcionar una salida para aquellas personas que ya han emprendido el viaje.

Esto incluye la reintegración de excombatientes terroristas y personas asociadas con grupos extremistas violentos. Si bien es un desafío, la reintegración a menudo es la mejor oportunidad para la reconciliación y la estabilidad a largo plazo.

Para mejorar las probabilidades de éxito, el PNUD apoya los esfuerzos para sensibilizar a las comunidades y las autoridades sobre las experiencias y desafíos de las personas retornadas, para abordar el estigma y promover la compasión en las comunidades receptoras. Se hace hincapié en dar voz a las personas que retornan como "sobrevivientes" de grupos extremistas violentos, quienes al compartir sus historias pueden brindar información valiosa sobre los factores impulsores, los desencadenantes y las señales de alerta temprana.

Tanto para los combatientes como para los civiles, el conflicto y la violencia tienen un profundo impacto en el bienestar mental y la capacidad de formar conexiones sociales, confianza y un sentido de pertenencia, todo lo cual es fundamental para construir sociedades cohesionadas. El PNUD ha hecho progresos en cuanto a políticas, asociaciones y programas para brindar apoyo psicosocial y de salud mental (MHPSS por sus siglas en inglés) a las poblaciones afectadas por crisis y conflictos, incluida la publicación de una nota orientativa para ayudar a los constructores de paz y las instituciones a integrar MHPSS en todas las fases de prevención y consolidación de la paz.

Desde que el PNUD en Kazajstán comenzó su programa de repatriación y reintegración en 2018, más de 600 familiares de combatientes del Estado Islámico han regresado de Siria a Kazajstán, incluidos cerca de 400 niños. Pero volver a casa es solo el principio. Para ayudar a las personas retornadas a pasar de sobrevivir a prosperar, el PNUD apoyó la provisión de MHPSS específicos para niños y se asoció con el Ministerio de Educación en programas de resocialización.

El PNUD también ha probado enfoques innovadores para prevenir el extremismo violento, incluida la aplicación de conocimientos conductuales para contrarrestar los sentimientos de fracaso, la falta de motivación y confianza entre las personas vulnerables, así como el estigma percibido de las personas que vuelven a sus hogares.

Una nueva senda para el extremismo violento

 

El 12 de febrero de 2023, las Naciones Unidas conmemoran el primer Día Internacional para la Prevención del Extremismo Violento cuando Conduzca al Terrorismo. La Asamblea General ha designado este día para centrar la atención en las amenazas del extremismo violento y mejorar la cooperación internacional para prevenirlo.

Esta efeméride es fundamental para difundir el mensaje de que el extremismo violento no se puede abordar solo con medidas de seguridad. Necesitamos respuestas multidisciplinarias que aseguren el bienestar físico y mental de las personas y las comunidades -en línea y fuera de línea- que aprovechen las perspectivas basadas en la fe y brinden narrativas alternativas creíbles.

Necesitamos que todos los sectores de la sociedad trabajen juntos, con un enfoque de desarrollo y derechos humanos, para construir sociedades unidas, inclusivas y cohesionadas que no abran camino hacia al extremismo violento.

El Ministerio de Juventud y Deportes de Mauritania, en asociación con el PNUD, lanzó una Estrategia Nacional para la Juventud y el Deporte (2015-2020) que tuvo como objetivo promover la participación de los jóvenes en la cultura cívica y la ciudadanía, y ayudar a combatir la radicalización.  

Foto: PNUD Mauritania / Freya Morales

¿Quieres saber más?  

Una nueva serie de informes del PNUD examina los factores subyacentes del extremismo violento en África y los Estados Árabes: desde los puntos de inflexión que conducen al reclutamiento, hasta los efectos indirectos del extremismo en las zonas fronterizas, la evolución, el modus operandi y sus modelos comerciales. Los informes ofrecen perspectivas frescas sobre este fenómeno, así como nuevas respuestas programáticas y políticas para abordarlo.  

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Créditos de las fotos

Introducción / Niña en la escuela Foto: Unsplash / Doug Linstedt
Introducción / Hombre con un celular Foto: Pexels / Shantanu Goyal
Introducción / Mujer con infante Foto: PNUD / Beyond Borders Media
Revueltas Foto: Unsplash / Andrew Valdivia
Río de Janeiro Foto: Shutterstock / Salty View