Tierra
herida
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Por qué la degradación de la tierra y la sequía son importantes, y qué estamos haciendo al respecto
Una agricultora planta con cuidado sus cultivos, aferrándose a la esperanza a pesar del clima implacable.
Mientras trabaja, una tormenta de polvo cubre el paisaje.
Cuando el polvo se asienta, los cultivos, antes prometedores, se han marchitado bajo el calor agobiante.
La degradación de la tierra es el proceso que priva de vida al suelo fértil. Este fenómeno está estrechamente entrelazado con la crisis climática y la pérdida de biodiversidad. Contribuye a las amenazas ambientales globales que enfrentamos y, a su vez, se ve agravado por estas.
La degradación de la tierra no conoce fronteras. Por diversas razones, se produce en todo el mundo, en casi todos los climas y regiones. Sus efectos son muy variados: desde comprometer la seguridad alimentaria e hídrica y reducir la calidad de los alimentos, hasta perjudicar la salud y provocar desplazamientos forzados.
La Conferencia de las Partes (COP16) en la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, que se celebra en Riad (Arabia Saudita), es la voz mundial en favor de la recuperación de la tierra y el aumento de la resiliencia ante la sequía. Tiene el ambicioso objetivo de restablecer la salud de 1.500 millones de hectáreas de suelo de aquí a 2030.
Te presentamos cinco datos que tal vez no sepas sobre la tierra que pisamos y la razón por la que en el PNUD trabajamos para protegerla.
Dato
1
La capa superficial del suelo es el estrato más externo de la Tierra. Es valiosa y rica en nutrientes y, por lo general, tiene una profundidad de entre 5 cm y 8 cm, aunque puede llegar a 1 m. Es un sumidero de carbono que retiene alrededor del 30 % de los gases emitidos por la quema de combustibles fósiles.
En noviembre de 2021, la peor tormenta de polvo desde que se iniciaron los registros meteorológicos en 1871 asoló Uzbekistán. En el PNUD trabajamos con el Gobierno en la región de Surkhandarya, en la frontera con el Afganistán y con la participación de refugiados afganos y las comunidades de acogida, en las actividades de apoyo al enorme esfuerzo de replantación de 1.000 millones de árboles en el país, proporcionando trabajo tanto a la población local como a las personas refugiadas.
Foto: PNUD Uzbekistán
Dato
2
Se necesitan hasta 1.000 años para acumular 2,5 cm de la capa superficial del suelo. Sin embargo, los índices de degradación no dejan de aumentar y 1.200 millones de personas están expuestas a tierras degradadas.
Los pantanos mesopotámicos del Iraq, hogar durante milenios de los Ma'dan, o “árabes de los pantanos”, se han visto gravemente afectados por el aumento de las temperaturas y la disminución de las precipitaciones, la intensificación de las sequías, la escasez de agua y el desplazamiento de las comunidades de los pantanos, que ahora se ven obligadas a buscar agua para ellas y su ganado. En el PNUD trabajamos para proteger su territorio histórico promoviendo leyes que preserven la vida silvestre y las comunidades en peligro.
Foto: PNUD Iraq
Dato
3
Cada año el mundo pierde 100 millones de hectáreas de tierras sanas, aproximadamente el equivalente a dos veces el tamaño de Groenlandia.
La degradación del suelo es una amenaza creciente en Mongolia, donde el 77 % de la tierra está degradada debido al pastoreo excesivo, la deforestación y el cambio climático. Esto está ejerciendo una inmensa presión sobre las personas que se dedican al pastoreo. Como resultado, un gran número de comunidades de las zonas rurales se está trasladando a las ciudades, lo que a su vez ha llevado a una urbanización intensiva y a amenazas para los modos de vida tradicionales. En el PNUD, con el apoyo del Fondo para el Medio Ambiente Mundial y el Fondo Verde para el Clima, estamos trabajando con las personas que se dedican al pastoreo para promover la gestión sostenible del agua, la reforestación y la gestión de los pastos.
Foto: PNUD Mongolia
Dato
4
En el Sahel, la desertificación afecta a más de 40 millones de personas y a 2.168 km². Es uno de los principales factores de las migraciones forzadas.
En los últimos 50 años, el lago Chad se ha reducido de 25.000 km² a solo 2.000 km², lo que ha desencadenado una enorme crisis de desplazamiento, agravada por los conflictos. En el PNUD nos centramos en mejorar la gobernanza del lago Chad y sus recursos hídricos compartidos, preservando sus ecosistemas y promoviendo la integración, la paz, la seguridad y el desarrollo regionales. Desde 2019, más de 435.000 personas desplazadas internamente han regresado a sus hogares gracias a nuestro apoyo.
Foto: PNUD Nigeria
Dato
5
Una cuarta parte de todos los desiertos se encuentran en América Latina. La deforestación, debida en gran medida al uso excesivo de la tierra para la ganadería, desempeña un papel importante.
En el PNUD reconocemos que abordar la degradación del suelo en América Latina requiere un enfoque multifacético. La pérdida de biodiversidad es el factor clave, debido a prácticas agropecuarias insostenibles como el pastoreo excesivo, el enorme uso de productos agroquímicos y el desmonte de tierras mediante la deforestación y la expansión urbana e industrial. El cambio climático también está agravando el problema, aumentando la frecuencia e intensidad de las sequías, los huracanes y las inundaciones.
Sin embargo, también hay oportunidades para un cambio positivo.
Una innovadora alianza con la empresa italiana Lavazza está produciendo el primer café libre de deforestación del mundo en tierras limítrofes con la selva amazónica ecuatoriana. Puesta en marcha en septiembre de 2024, la iniciativa se ajusta a una normativa de la Unión Europea que obliga a producir café libre de deforestación a partir de principios de 2025.
Sin embargo, también hay oportunidades para un cambio positivo.
Una innovadora alianza con la empresa italiana Lavazza está produciendo el primer café libre de deforestación del mundo en tierras limítrofes con la selva amazónica ecuatoriana. Puesta en marcha en septiembre de 2024, la iniciativa se ajusta a una normativa de la Unión Europea que obliga a producir café libre de deforestación a partir de principios de 2025.
Foto: PNUD
Una tierra sana es vida
El suelo es responsable de la producción del 95 % de nuestros alimentos. Alberga el 25 % de la biodiversidad y desempeña un papel crucial en la lucha contra el cambio climático al secuestrar carbono. Es la base para aumentar la biodiversidad, mejorar la retención de agua y prevenir las inundaciones. Una tierra sana aumenta el rendimiento de los cultivos y mejora la seguridad alimentaria. Por cada dólar invertido puede producir hasta 30 dólares en beneficios, entre ellos la creación de empleo y la reducción de la pobreza, lo que representa una importante oportunidad para construir un futuro más sano, más justo y más resiliente.
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