terremoto

tifón

SISTEMA
DE RIEGO
Tras el devastador terremoto de 1985 en Ciudad de México, de magnitud 8,1, la Torre Latinoamericana sobrevivió prácticamente intacta, a pesar de sus imponentes 44 pisos.
La comunidad manobo de Filipinas se ha adaptado a la vida en el agua con casas flotantes que soportan condiciones meteorológicas extremas como los tifones.
En la Alhambra de Granada (España), que data del siglo XIII, los científicos estudian los sistemas de riego medievales, con el objetivo de adquirir conocimientos aplicables a las prácticas modernas.
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A pesar de haber sido construidos en épocas, regiones y circunstancias diferentes, y de servir para distintos fines, todos estos hitos arquitectónicos tienen un rasgo común: la resiliencia.

Edificado
para
perdurar

El papel de la arquitectura en la construcción resiliente

La arquitectura resiliente comienza con un cuidadoso examen del contexto, incluida la forma en que el entorno influye en las opciones de diseño y en que puede minimizarse el impacto ambiental de un edificio. Implica anticiparse a los posibles retos, como las amenazas a las que se enfrentará la estructura, y planificar la rápida recuperación de cualquier daño sufrido. Además, tiene en cuenta las necesidades de los ocupantes garantizando la seguridad, la comodidad y la continuidad de servicios críticos como el agua o la electricidad.

Estos y otros principios fundamentales son decisivos para afrontar grandes retos. Veamos cómo la arquitectura resiliente puede aumentar la fortaleza y seguridad de las comunidades y ayudarlas a recuperarse y prosperar tras una crisis.

Cambio climático
Crear resistencia

Desde los años 80, cada década ha sido más cálida que la anterior, lo que ha provocado un aumento considerable de los incendios forestales, inundaciones, ciclones y otros fenómenos meteorológicos extremos.

Esto somete una gran presión a una infraestructura diseñada para hacer frente a condiciones climáticas que ya no existen, lo que aumenta los riesgos de daños y trastornos. Por ejemplo, las deficiencias de infraestructura, junto con los efectos del cambio climático y el patrón meteorológico de El Niño, han contribuido sustancialmente a las inundaciones mortales en el sur del Brasil. O en las ciudades, las opciones de construcción pueden generar efectos de “isla de calor urbana” que aumentan significativamente las temperaturas en comparación con las regiones rurales cercanas.

Los efectos cada vez mayores del cambio climático pueden exacerbar las desigualdades al restringir el acceso a servicios vitales como el agua, la salud o la educación, así como a las oportunidades económicas, profundizando las disparidades sociales y económicas y atrapando a las comunidades vulnerables en un ciclo de pobreza.

El sector de la construcción es responsable del 21 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Sin embargo, desempeña un papel fundamental en nuestros esfuerzos para hacer frente a los efectos del calentamiento global: invertir en infraestructura más resiliente puede suponer para los países de ingresos bajos y medianos un ahorro de 4,2 billones de dólares de los Estados Unidos debido a menos perturbaciones y un impacto económico reducido a lo largo de la vida de la infraestructura, lo que representa un beneficio de 4 dólares por cada dólar invertido.

Afortunadamente, ya existen métodos eficaces para que los edificios y los espacios comunitarios sean más resilientes frente al cambio climático. Desde limitar los daños de las tormentas hasta controlar las temperaturas en el interior de los edificios, la guía práctica del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente detalla una serie de soluciones de construcción.

Cambio climático
Estrategias de adaptación
Las estrategias de adaptación son cruciales para hacer frente a las condiciones climáticas cambiantes, especialmente en los pequeños Estados insulares en desarrollo (PEID), que se encuentran en la primera línea del cambio climático. En Tuvalu se está planificando la elevación de tierras para que permanezcan sobre el nivel del mar más allá del año 2100. Estas zonas de amortiguación se han diseñado para soportar tormentas y proteger a las comunidades, un ejemplo de infraestructura resiliente frente a los retos ambientales. En la remota Tavuya (Fiji), las modificaciones estructurales sencillas pero eficaces de pequeñas infraestructuras rurales, como pasarelas y muelles, ofrecen a la población local una forma asequible de acceder a recursos vitales, al tiempo que refuerzan la resiliencia frente a los efectos del cambio climático.

La arquitectura resiliente incorpora soluciones basadas en la naturaleza, que emplean materiales y procesos naturales en el diseño de edificios e infraestructuras. Foto: PNUD Suriname

energía renovable
La energía renovable también forma parte integral de la arquitectura resiliente, ya que reduce la dependencia de los combustibles fósiles y disminuye la huella de carbono. En Jamaica, los hospitales que funcionan con energía solar e iluminación eficiente han reducido costos y mejorado las condiciones de los pacientes y el personal. En Beskol, en el norte de Kazajstán, donde los inviernos pueden ser extremadamente duros, la instalación de un sistema modular de calderas que genera energía térmica a partir de residuos de biomasa de madera en un centro educativo ha creado un entorno más agradable para el aprendizaje de los estudiantes. Ahora es más cálido, más eficiente y cuesta menos mantenerlo.

El uso de energías renovables hace que los edificios y las comunidades sean más resilientes al reducir su dependencia de los combustibles fósiles. Foto: PNUD Mauritania / Freya Morales

sistemas eficaces de aprovechamiento del agua
Del mismo modo, los sistemas eficaces de aprovechamiento del agua no solo apoyan el uso sostenible de los recursos y mitigan los riesgos de inundaciones, sino que también mejoran el acceso al agua. Los métodos de construcción tradicionales pueden servir de inspiración. Hace unos 2.400 años, Sri Lanka desarrolló un avanzado sistema de tanques y canales para aprovechar el agua en sus regiones áridas, y permitir el cultivo de arroz y el equilibrio ecológico pese a frecuentes sequías e inundaciones. En la actualidad, se están rehabilitando estos antiguos canales para abastecer de agua potable a los hogares y otros edificios y mejorar la autosuficiencia de las comunidades.

En Sri Lanka se están rehabilitando unos sistemas de canales de 2.400 años de antigüedad para suministrar agua potable. Foto: UNDP Climate / Marta Baraibar

Descarbonización de los materiales de construcción
La descarbonización de los materiales de construcción mediante la mejora de los procesos de fabricación o la incorporación de materiales reciclados, y el uso de soluciones basadas en la naturaleza, que implica la integración de materiales o procesos naturales en el diseño de edificios, son nuevas tendencias que aportan muchos beneficios. En Uganda, una empresa social está transformando materiales plásticos usados en maderas duraderas, tejas y materiales de construcción. Mientras tanto, en la Riviera Maya en México, el sargazo, un alga invasora, se transforma en ladrillos robustos para construir viviendas más resistentes y asequibles.

En México, las algas marinas invasoras se transforman en materiales de construcción resistentes y asequibles. Foto: PNUD México / Emily Mkrtichian

Peligros
Seguridad de los edificios

En Türkiye sudoriental, cerca de la frontera con Siria, cuando se produjeron dos terremotos en diciembre de 2023, se perdieron miles de vidas y se derrumbaron más de 300.000 edificios. Muchos supervivientes se quedaron sin casas, escuelas, hospitales y negocios. Fue la catástrofe sísmica más letal de la historia moderna del país, agravada por la vulnerabilidad de la población y la falta de infraestructura antisísmica.

Desde la década de 1960, la frecuencia de los desastres meteorológicos se ha triplicado con creces. Y aunque no podemos evitar los peligros ambientales, sí podemos diseñar y preparar la infraestructura para resistirlos eficazmente.

Peligros
estrategias relativas al riesgo
Las estrategias relativas al riesgo, que incluyen políticas, reglamentaciones y acciones para reducir, transferir y evitar posibles riesgos, pueden mejorar la resiliencia de la infraestructura ante los peligros. En este sentido, el Marco de Sendái fomenta la cooperación mundial para integrar la reducción del riesgo en los proyectos de construcción y aumentar la capacidad de preparación y gestión de desastres. En el Marco se exponen medidas concretas para proteger los logros del desarrollo frente a la amenaza de los desastres.

Los métodos y materiales de construcción adecuados pueden ayudar a reducir, transferir y evitar los riesgos derivados de los peligros medioambientales. Foto: PNUD Antigua y Barbuda / Kerrie Hall

sistemas de alerta temprana e información
Los sistemas de alerta temprana e información son esenciales en este escenario: con un conocimiento anticipado de las amenazas inminentes, las autoridades y las comunidades pueden realizar evacuaciones y prevenir daños en edificios esenciales, como hospitales y escuelas, y en las redes de abastecimiento de agua y energía. Ya hay herramientas, como el Índice de Resiliencia Edilicia, para evaluar las amenazas y predecir la resiliencia de los edificios, y la inteligencia artificial también avanza en este sentido.

Los datos sólidos y los sistemas eficaces de alerta temprana son fundamentales para la preparación y gestión de catástrofes. Foto: PNUD Honduras / Juliette Daugan

determinados materiales
El uso de determinados materiales también puede garantizar la seguridad y la solidez estructurales. En la costa de Odisha (India), donde es frecuente que los ciclones devasten las viviendas kutcha construidas con materiales como la hierba y el bambú, la incorporación de mortero y ladrillo en los nuevos edificios ha aumentado considerablemente la resiliencia ante las condiciones meteorológicas adversas, y ha mejorado la seguridad y la calidad de vida de las comunidades.

Ante el aumento de los fenómenos meteorológicos extremos provocados por el cambio climático, la arquitectura resiliente pretende crear viviendas más seguras y confortables. Foto: Parimita Krishna / PNUD India

técnicas de construcción ancestrales
Del mismo modo, las técnicas de construcción ancestrales pueden ofrecer soluciones eficaces. El Afganistán es un ejemplo convincente: aprovechando los conocimientos tradicionales, los residentes locales están aprovechando la arquitectura vernácula adaptada a la actividad sísmica. Estos métodos de probada eficacia no solo preservan el patrimonio cultural, sino que también fomentan la resiliencia tanto de la comunidad como de la arquitectura.

En Afganistán, las comunidades recurren a técnicas de construcción ancestrales para crear edificios adaptados a su contexto. Foto: PNUD Afganistán

Construir
futuros

En un mundo convulsionado en el que los conflictos y otras crisis se entrecruzan y superponen, las comunidades que carecen de infraestructura adecuada se enfrentan a sufrimiento prolongado, obstáculos para la recuperación y mayor vulnerabilidad. El número de desplazados ha aumentado todos los años desde hace 12 años, dejando asentamientos abandonados, deteriorados o inaccesibles, lo que agrava los problemas de reconstrucción y recuperación, impide el acceso a servicios vitales y perturba las economías locales.


En medio de estos desafíos, la arquitectura resiliente puede infundir esperanza y constituirse en los cimientos para promover la prosperidad económica y la cohesión social. Por ejemplo, espacios de calidad como escuelas o calles pueden estimular la interacción positiva y cultivar un sentimiento de pertenencia a la comunidad. Reconstruir para mejorar después de una crisis significa incorporar los principios de la arquitectura resiliente, a fin de garantizar la sostenibilidad y fortalecer la voluntad de los vecinos de permanecer unidos frente a futuros retos.

Yendo a casa
Infraestructura local
Planificación estratégica
La esperanza sobrevuela Ngarannam (Nigeria), donde las comunidades desplazadas por la insurgencia de Boko Haram están construyendo una nueva aldea desde cero. Este ambicioso proyecto incluye más de 850 viviendas, una escuela, un hospital, un puesto policial seguro y un mercado, lo que permitirá a la comunidad recuperarse del desplazamiento, prosperar frente a los retos actuales y fomentar la seguridad y la estabilidad a largo plazo.
En la provincia de Shabwa, en el Yemen sudoriental, la contratación comunitaria ha pasado a ser fundamental para mejorar la infraestructura local en medio del conflicto y el cambio climático. Proyectos como la rehabilitación de los canales de riego de Ba-Yahya mejoran la productividad agrícola, la seguridad alimentaria y el empoderamiento económico mediante la creación de empleo y la formación profesional.
Reconstruir y mejorar las condiciones locales son algunos de los objetivos en Slavutych (Ucrania), una ciudad marcada por el desastre nuclear de Chernóbil y que ahora se enfrenta a los efectos de la guerra y de una breve ocupación por las fuerzas rusas. La planificación estratégica en curso tiene por objeto restablecer la infraestructura que puede revertir la despoblación y revitalizar el espíritu empresarial por el que la ciudad era conocida anteriormente.

Cuando la arquitectura se une a la resiliencia en sus cimientos, no solo garantiza que nuestras casas e infraestructura se construyan para durar, sino que también crea estructuras que nos guían hacia un futuro más seguro y sostenible.

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